Se nos ocurrió la idea de recopilar en un bote todos los momentos del 2016 que nos hicieran vibrar. Durante todo el año, hemos ido rellenando notitas y acumulando momentos en los que, por lo que fuera, el tiempo se paraba y sentíamos que éramos plenamente felices. Situaciones cotidianas del día a día que pueden resultar insignificantes, pero que durante este duro 2016, nos han servido de anclaje. Una tónica general en Andreu: la casa. Hay una tónica general mía: la danza. Y hay un tónica general de los dos: los momentos en los que estamos juntos.
No me marco ningún propósito para este 2017 sólo quiero continuar seguir mirando sin esconder y salud para disfrutar de todas las pequeñas cosas del día a día.
Feliz año!
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