Esta mañana, como cada miércoles, he ido directa a la playa a comer mi bocadillo en frente del mar. Según me acercaba he empezado a ver cabecitas que flotaban. Debe de ser que se habían enterado de que hoy había olas. Toda la playa estaba llena de surferos con sus tablas, en silencio, esperando a que llegara ... Desarrollando la paciencia flotando en la inmensidad. Esperando el momento preciso para subir encima y hacer equilibrio. Y lo mejor de todo, esperando sobre la tabla con la serenidad y la confianza de que llegaría el momento de disfrutar deslizándose sobre ella. Y mientras ... yo en la orilla comiéndome un bocadillo y aprendiendo de lo que la vida me estaba regalando.
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