Brasas
Pobre verano, no sabe que agoniza.
Le quedan unos días. El lago aún
está conmigo, su oleaje azul violeta
y el sol intenso reemplazando la soledad.
Me siento como un animal que encontró cobijo.
Ésta es mi madriguera, mi nido, mi intento
por decir: Yo existo. Una rosa no puede
cerrarse y florecer de nuevo. Es una enfermedad
pretenderlo. En la orilla, la luna espolvorea
su luz sobre las cosas, como una hoguera,
y en la noche verde oscura, los altos pinos
extienden sus brazos como Dios extendió sus brazos
para decir que Él estaba solo y que
estaba convirtiéndose en hombre.
Henri Cole, La apariencia de las cosas, Qualea editorial , 2008.
***
y aquí encontraréis una joya.
Intensos, la foto y el texto. Ese ligero movimiento en el vestido...
ResponderEliminarSe nos va!!! :(
ResponderEliminarBesitos, guapa, feliz fin de semana!!!
La foto me gusta mucho, pero eso no me sorprende ya :)
ResponderEliminarPero el texto... el texto me sorprende y me fascina! No lo conocía y ya mismo me voy a poner a buscar más!
Gracias y más gracias, y un beso!
Mientras miro tus álbumes en flickr escucho este disco que nos has dejado... y nada, que gracias otra vez! ;)
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