No siempre soy igual en lo que digo y escribo.
Cambio, pero no cambio mucho.
El color de las flores no es el mismo al sol
que cuando pasa una nube
o cuando entra la noche
y las flores son color de sombra.
Más quien mira bien, ve que son las mismas flores.
Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo,
fíjense bien en mi:
si estaba vuelto a la derecha,
me he vuelto ahora a la izquierda,
pero siempre soy yo, teniéndome en los mismos pies.
El mismo siempre, gracias al cielo y a la tierra
y a mis ojos y oídos atentos
y a mi clara simplicidad del alma ...
Alberto Caeiro
( De El guardador de rebaños)
***
Los amaneceres son fantásticos ... pero los atardeceres... no se quedan cortos ...
Precioso!!!
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